¿Cómo lograr el bienestar?
Las ciencias de la salud y los sistemas de salud tienen claro que es mucho más económico, efectivo y positivo invertir en prevención que reaccionar a una enfermedad.
Por Juliana Cifra M.

La pandemia nos mostró lo vulnerable que es nuestra salud y nos recordó que el secreto está en la prevención y que todos somos responsables de nuestro propio bienestar. Sin embargo, que lo sepamos no lo hace más sencillo porque no depende de una acción puntual sino de un cambio en la mentalidad en torno a la concepción de cuidado y responsabilidad frente al bienestar. Gabriel Mesa Nicholls, médico y patólogo que hoy lidera el Área de Ciencias del Cuidado y la Vida de EAFIT, habla de cómo lograrlo.
¿Por qué ese cambio de una medicina reactiva a una medicina preventiva?
Básicamente estamos en un momento en el que tenemos la responsabilidad de crear una nueva definición de salud, bienestar y cuidado y depende de una concepción distinta del ser humano y en un momento muy complejo. Jorge Carvajal, médico sintergético, lo dice en una frase simple: “El hombre para el que hicimos la medicina ya no existe”.
La concepción de la salud y el bienestar está cambiando. Estamos comprendiendo que no somos solo cuerpo y alma, sino seres multidimensionales.
¿Cómo llegar a un cambio tan profundo?
Lo primero es entender que no somos (como nos dividían antes) solo cuerpo y alma. Somos multidimensionales, tenemos una dimensión física que es el cuerpo, que soporta una dimensión emocional que es el corazón, que soporta a su vez una dimensión mental que es el cerebro que está relacionado con una dimensión espiritual que es el alma. Todas están conectadas con una dimensión energética, que nos permite tener presencia, pero dependen de unos hábitos para lograr bienestar.
Hoy estamos enfocados en una medicina 5.0, en la que se concibe una gran conexión entre la tecnología con lo que estamos viviendo y que busca empoderar al individuo para hacerse cargo de sí mismo. Estamos en un momento de cambio en el que cada individuo va a ser más responsable de su trabajo, de su recreación, de sus relaciones, de su pensión de su situación financiera y de su salud y nuestra responsabilidad es brindarle las herramientas, la información y acompañarlo para que pueda cuidarse.
¿Por qué tanto énfasis en los hábitos saludables?
Hay una pregunta muy simple que hay que hacerse y es ¿quién es el responsable de tu salud? ¿el Estado? ¿las EPS, los hospitales y clínicas, la IPS básica? ¿los médicos y profesionales de la salud? ¿las escuelas y colegios? ¿las empresas o las compañías de alimentos? o ¿yo mismo? La respuesta es que los individuos somos también responsables de nuestro cuidado.
Los hábitos saludables son aquellas acciones repetitivas que nos ayudan a tener un mejor vivir y una mejor salud y van desde una alimentación consciente; tener actividad física; prácticas de balance mental llámense meditación, yoga, mindfulness, rezar, o lo que nos funcione como individuos; una buena higiene de sueño hasta otros hábitos que son cultivables como la gratitud, aun en momentos de pérdidas, en los que me puedo parar desde las posibilidades y agradecer lo que tengo; la posibilidad de vivir compasivamente y entender que todo el mundo está haciendo lo mejor que puede; decidir la forma de relacionarnos con el mundo, si lo hacemos desde el afecto y el amor o desde el miedo y entender que estamos aquí para vivir lo mejor posible y aliviar el sufrimiento ajeno. Hay otros hábitos importantes como el autoconocimiento o la capacidad de escuchar el cuerpo que nos ayudan a tomar decisiones positivas. Todas estas conductas determinan que hago cada día con mi propia vida.
«Hay que entender que somos nosotros mismos los que permitimos y determinamos la vida que tenemos».
Gabriel Mesa Nicholls, director del área académica de Ciencias del Cuidado y de la Vida de EAFIT
Es un cambio de mentalidad del individuo…
En la escuela de Ciencias del Cuidado de la Vida que estamos creando buscamos una medicina que concibe al ser humano desde múltiples dimensiones y reconoce que el bienestar depende de los hábitos. Una escuela en la que los médicos sepan de alimentación consciente; de actividad física, sueño y descanso; balance mental y armonía; entre otros temas. En la que aprendan las ciencias básicas relacionadas con tecnologías de la cuarta revolución, bioquímica con biología sintética y genética, fisiología con analítica, anatomía con impresión 3D y robótica.
Y en las ciencias clínicas que aprendan que, además de la medicina clínica, es posible atender la enfermedad desde la medicina funcional, integrativa u otros abordajes; que los profesionales puedan escoger si quieren ser empresarios de estas tecnologías, quieren ser médicos de hábitos de vida e integrativos y funcionales o si quieren ser médicos clínicos, urólogos, patólogos o ginecólogos. Que, además, la universidad sea facilitadora del emprendimiento y seamos capaces de incubar empresas dentro de On.going, centro de emprendimientos de impacto EAFIT.